Cuantas veces hemos dicho que los niños aprenden lo que ven, muchas, pues entonces porqué les cuesta tanto coger el hábito de la lectura.

     A veces pienso que las estadísticas deberían encaminarse;  hacía cuantas familias leen habitualmente en casa, más que otros baremos que tal vez no sean tan importantes, la lectura en familia, en el hogar es importante no solo por el placer de leer, conocer o saber algo más, es más bien por un momento de compartir, de estar juntos, de debatir sobre lo leído, en definitiva de estar unidos por un lazo lleno de palabras que nos dicen cosas, estos momentos son los que realmente creo que pueden hacer que la lectura sea atractiva para niños y jóvenes.  El problema es cuando desde todos los ámbitos del hogar es más importante la televisión o los videojuegos que los libros.

     No quiero caer en la trampa de las nuevas tecnologías, es más, estoy totalmente de acuerdo en su uso; Internet, libros digitales, etc.  pero lo que propongo es que la familia sea principal precursora  de la lectura con y para sus hijos, que los libros estén en el hogar en la misma proporción que el resto de materiales, audiovisuales, etc. y lo más importante que la lectura conjunta, incluso intercambiando libros, extractos y leyendo en voz alta sea una cosa habitual, de este modo como los niños aprenden lo que ven, se darán cuenta que si en casa se lee es porque es bueno, y les dará igual que sus compañeros los señalen con el dedo como niños raros porque LEEN LIBROS

Ilustración de Mónica Carretero

 
 Porque esos amigos, también se habrán dando cuenta en casa, que leer, no es aburrido